Los gatos no son solamente un regalo, son seres vivos y esto supone una responsabilidad durante muchos años (un gato puede llegar a vivir incluso 20 años). Cuando alguien se plantea regalar un gatito por Navidad debe considerar los pros y los contras y tener claro que no es un juguete.
Las tiendas de mascotas, las protectoras y asociaciones de adopción de animales se llenan en estas fechas. Un gatito parece ser un presente ideal para niños y para personas mayores que viven solas. Sin embargo, debemos meditar mucho esta decisión. En este artículo vamos a apuntar unos consejos básicos para regalar un gato de forma responsable.
- En primer lugar, no es una buena idea unir los conceptos de «regalo sorpresa» y «gato». Cuando regalamos a un niño un gatito, la responsabilidad es para toda la familia; incluso en el caso de una persona anciana, ésta puede necesitar ayuda para garantizar su cuidado. Aunque está demostrado (como ya indicamos en un artículo anterior) que convivir con una mascota es muy positivo para el desarrollo psicoevolutivo de un niño y le ayuda a desarrollar su sentido de la responsabilidad, son los padres quienes deberán cubrir las necesidades del felino. Del mismo modo, está demostrado el gran bienestar que genera en determinados ancianos el cuidado y compañía de una mascota. Sin embargo, el correcto cuidado de un gato supone una inversión de tiempo y dinero que no todas las familias pueden asumir (veterinarios, alimentación, etc.). Así, nuestro primer y gran consejo es contar con el consentimiento y conformidad de la familia, si no queremos encontrarnos con alguna desagradable sorpresa, incluso descubrir años más tarde que el gato fue abandonado o se perdió en un descuido.
- En segundo lugar, debemos ser conscientes de que si adoptamos, en vez de comprar, estaremos dando un hogar a un gato y ayudando a las protectoras a aliviar su carga. Y por supuesto, será más barato adoptar que comprar en una tienda. No obstante, si acudimos a un albergue puede que no sea gratis, ya que muchos cobran un canon y entregan al animal con la cartilla al día en cuanto a vacunas y desparasitación. Además, realizan una entrevista previa asegurándose de que el adoptante es idóneo y ofrecen unos consejos y pautas fundamentales sobre las necesidades y cuidados del gato. También podemos recurrir a alguno de los numerosos anuncios de «se regalan gatitos»; ya sabemos que son muchas las camadas no deseadas. Pero igualmente recomendamos antes de regalar ese gatito, acudir al veterinario para realizarle un chequeo y entregarlo a la familia con la cartilla al día.
- En tercer lugar, cuando regalemos una mascota, un gato en este caso, no estaría de más regalarlo con un kit básico: comedero, bebedero, pienso y su cajón con arena. De este modo, cuando llegue a su nuevo hogar, ya tendrá sus necesidades básicas cubiertas y podrá acomodarse. Para los nuevos dueños (tal vez novatos en el cuidado de un gatito), sería interesante entregarles una breve lista con todo lo que necesitará su nuevo compañero de piso (una camita, un trasportín, rascadores, juguetes, malta…). Elementos que correrán a cargo de sus nuevos propietarios.
- Por supuesto, también debemos tener en cuenta si su futura familia tiene predilección por una raza determinada, si son alérgicos al pelo de gato, si ya conviven con otras mascotas, si debido a su situación prefieren un gato adulto o uno pequeño (los peques son más revoltosos e inquietos). Es preciso aclarar que un gatito pequeño no demanda los mismos cuidados y atención que un gato adulto. En cuanto a la preferencia por una raza determinada, muchas veces es cuestión de modas. Y el aumento de la demanda implica un encarecimiento de ciertas razas de felinos. Actualmente están muy de moda los gatos de la raza sphynx (recuerdan a los del Antiguo Egipto), los de la raza bosque de Noruega y los conocidos como raza exótica (el famoso Garfield es un buen ejemplo de esta última). Hasta 2000 € puede llegar a costar un auténtico gato sphynx con pedigrí. Pero ciertas razas requieren algún cuidado especial. Así, por ejemplo, los gatos bosque de Noruega por su pelo largo precisan mayor cepillado y productos para adecuado cuidado de su largo pelo. Por el contrario, el gato sphynx necesita protectores para la piel, ya que su pelo es finísimo y muy corto.
De todos modos, nuestro consejo es huir de las típicas modas y en cuanto al gato, a la hora de elegirlo, fijarnos en su carácter y en aquellos rasgos que lo hagan más adecuados para su destinatario. Siguiendo estos consejos evitaremos que nuestro presenta de Navidad se convierta en víctima del abandono y/o del maltrato. Como alternativa podemos recomendar el apadrinamiento de un gato. Cada vez son más las asociaciones y albergues que ofrecen esta opción. Con esa ayuda económica podemos contribuir al mantenimiento de un gato y además, muchas permiten días de visita para disfrutar de la compañía de nuestro apadrinado felino.